miércoles, 27 de junio de 2012

Comida y filosofía

A principio de los años '90, cuando empezé a cuestionarme si comer carne y pescado (o como decía en aquel entonces 'animales muertos') fuera algo éticamente correcto, me di cuenta de que las razones para dejar o por lo menos desminuir radicalmente el consumo de animales eran por lo menos tres: la primera y más egoísta era un tema de salud. Quitando carne y pescado del plato la salud de cualquier ser humano mejora. La segunda razón era de caracter ético: porque matar a seres vivos para el placer del paladar, cuando me puedo nutrir mejor sin hacerle daño a nadie? Y en último lugar, investigando un poquito más profundamente me dí cuenta de que ser vegetariano podía ayudar también al medio ambiente porque los animales en criaderos intensivos producen mucho dióxido de carbono que contribuye al problema de la capa del ozono, y que si se cultivaran  con cereales o legumbres los campos que se utilizan para criar animales (que luego inevitablemente va a ser sacrificado para el consumo humano) se solucionaria el problema del hambre en el mundo.

Así que por lo menos por estas 3 razones merece la pena desminuir el consumo de carne y pescado e idealmente llegar a eliminarlo.

Cuando yo empezé con el vegetarianismo además, no había tanta variedad como ahora. Apenas se veía algún que otro ladrillo de tofu, o alguna que otra bola de seitán. Hoy en día la cosa ha cambiado muchisimo, así que sin esfuerzo ninguno, hasta aquí en el profundo sur de Andalucía, se puede comer variado rico y sano.

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